lunes, 14 de septiembre de 2009

Al fin el fin

Nunca el tiempo pasó tan deprisa. Aún sigo pensando a dónde ir, aún no me he decidido, pero ya he empezado a andar y los pasos que he dado no se pueden recuperar, las huellas que he dejado no se pueden borrar.

Temo lo nuevo; las nuevas promesas, los nuevos caminos, las nuevas miradas… Temo lo eterno; las promesas eternas, los caminos eternos, las miradas eternas. Tengo miedo al cambio y a la monotonía.

Sólo soy un muñeco de trapo en el suelo al que las patadas de los transeúntes decidieron dónde ir.

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