Las sonrisas empañaron mi huida
y las convertí en pequeñas lágrimas
que decían adiós.
El empujón se está dando en el sentido equivocado,
y no puedo seguir creciendo en esta habitación tan pequeña,
que mengua a cada segundo y donde el oxígeno se acaba.
Deja que vuelva a respirar.
Llévame a un lugar donde el horizonte no exista
y el infinito se toque con la yema de los dedos.
Porque no quiero dejar de crecer,
ni de buscar, ni de reír, ni de llorar.
Porque no quiero cambiar de disfraz.
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Los disfraces no hay porqué cambiarlos, pero si reformarlos, darles unas puntadas en las partes descosidas, parches en las roturas y arreglos en aquello que no te gustaba, dejalo vivir, y serás el mismo que siempre fue.
ResponderEliminarDéjalo morir y tendrás que cambiarlo para buscar uno nuevo.
Besos, Silderia
Me he comprado una talla mayor, que este ya me quedaba pequeño :P
ResponderEliminarGracias por el comentario ^^